“DISFRUTANDO DE LA PAZ DE DIOS.”
- 1. Introducción:
- Filipenses 4: 7.
- Jesucristo nos proporciona la salvación para nuestra alma que nos garantiza la vida eterna cuando vuelva a juzgar a la humanidad al final de los tiempos. Mientras ese momento llega nuestro tiempo en la tierra lo podemos vivir disfrutando de una paz increíble que va más allá del entendimiento y que está por encima de cualquier situación.
- Juan 16: 33.
- Este versículo contiene algunos aspectos muy importantes:
a) La paz de Dios está por encima de la aflicción del mundo.
b) Dios nos advierte de lo que nos espera para que no nos sorprendamos.
c) La victoria con Dios está asegurada.
- Frase de San Agustín: «Tú nos has hecho para ti, y estamos inquietos en nuestro corazón hasta que éste descanse en ti.
Así mi bien consiste en estar unido a mi Dios; pues si no permanezco en él, menos podré permanecer en mí mismo.»
- Nuestro corazón sólo encuentra el verdadero descanso cuando está unido íntimamente a Dios.
- La paz que Dios nos proporciona es una paz en medio de las turbulencias.
a) El apóstol Pablo cuando habla a los filipenses está en prisión y en necesidad material.
b) Cuando Jesús habla a sus discípulos está a punto de ser entregado y ellos de sentirse abandonados.
- Vivimos en tiempos de gran turbulencia. Ahora es quizás más evidente porque no se habla de otra cosa, pero como nos compartía Emilio Polo la semana pasada estamos en una lucha a veces silenciosa pero continua contra el diablo.
- ¿Estás viviendo momentos de turbulencia, lucha o aflicción?
- ¿Sientes que has perdido la paz de Dios y la angustia crece en tu interior?
- Filipenses 4: 4-6.
- El camino para obtener esa paz de Dios es:
a) Regocijarnos en el Señor.
b) No afanarnos.
c) Orar.
- Un momento muy gráfico representativo de esta paz fue la reacción de Jesús en medio de la tempestad (Lucas
mientras sus discípulos la perdieron por completo.
- Anécdota del rey que manda elaborar cuadros que reflejen la paz, al final se queda con dos: uno de un lago rodeado de montañas y un cielo azul perfecto y otro de montañas escarpadas cubiertas de un cielo encapotado descargando una gran tormenta, en una esquina un árbol acoge a un pajarito que parece indiferente a la tormenta. El rey escogió esté último como representación de la paz perfecta.
- ¿Hay alguna imagen que te trae paz? A mí la arena de la playa con el ruido del mar de fondo.
- ¿Dónde busca mucha gente la paz?
a) En un lugar: es pasajero, las inquietudes viajan con nosotros.
b) Es la estabilidad material: es pasajero también. Anécdota de mis padres y su referencia a los bancos y lo que está pasando ahora (preferentes).
c) En algunas personas: nos han defraudado y nosotros también hemos defraudado a otros.
- Dios nos proporciona la paz en tres aspectos básicos:
a) Paz con Dios.
b) Paz con los demás.
c) Paz con nosotros mismos.
- 2. Desarrollo:
2.1. Paz con Dios.
- Romanos 5: 1- 11.
- Como decía San Agustín en su frase es imposible encontrar la verdadera paz hasta que nuestro corazón se une al de Dios.
- Todo lo demás puede ofrecer paz, pero sólo en apariencia.
- Cristo con su obra redentora pago el precio de nuestra paz.
- Nosotros la podemos alcanzar únicamente por la fe en Jesucristo.
- El pecado nos convierte en enemigos de Dios, nos separa de forma abismal de Él y esa separación es el motivo de la inquietud y la angustia.
- Si todavía no has rendido tu vida a Cristo, has de saber que es el único camino para encontrar la paz perfecta.
- El término que se emplea en el AT para referirse a la paz es “Shalom” que significa: paz, armonía, serenidad, tranquilidad, limpieza espiritual pero también perfección o plenitud.
- En el NT se emplea el término griego de “eirene” que significa: paz, bienestar, salud o “soteria” que significa salvación.
- Todo esto es lo que Cristo nos ha regalado a nosotros.
- ¿Vamos a vivir angustiados aún?
- La famosa frase, lo que el dinero puede comprar lo comprará dice: “una póliza de seguros pero no paz.”
2.2. Paz con los demás.
- Romanos 12: 17- 21.
- Los conflictos con los que nos rodean son muy habituales. Tenemos conflictos con: amigos, compañeros de trabajo, familia y también con nuestros hermanos.
- El origen de los conflictos es el pecado que se expresa en el egoísmo en nuestras relaciones. Todos queremos y esperamos algo de la gente que nos rodea y eso no siempre llega en el momento que queremos ni de la forma que deseamos y ahí empiezan los problemas.
- Como decíamos al principio todos hemos decepcionado a alguien y hemos sido decepcionados.
- Ahora bien, ¿qué debemos hacer en caso de conflicto?
- Buscar la paz, intentar solucionar dicho conflicto conforme a los principios que Dios nos da en su palabra:
a) No pagar mal por mal. No responder de la misma forma a los que nos dañan.
b) Poner todo de nuestra parte para solucionar la diferencia.
c) Desechar la venganza y la revancha, no debemos ser los justicieros. Nuestra venganza está cargada de injusticia y la de Dios de justicia perfecta.
d) Tratar a los que vienen contra nosotros de forma digna.
- Hasta que el Señor vuelva seguirá habiendo conflictos, hemos de saber gestionarlos conforme a lo que el Señor nos muestra entendiendo que su paz abarca también nuestras relaciones con los demás.
- Frase: “No hay mejor amigo que un hermano ni peor enemigo que un hermano.”
- Hebreos 12: 14- 15.
- Es un mandato que debemos cumplir intentando evitar que el daño que nos han causado y que no hemos sido capaces de perdonar anide en nuestro corazón. Esto provoque estorbo para nosotros y como nos suele costar quedarnos callados también estorbe a los demás.
- Mateo 5: 9. También estamos llamados a poner paz entre quienes nos rodean.
2.3. Paz con nosotros mismos.
- Isaías 26: 3.
- El último aspecto en que el Dios trae paz a nuestra vida es con nosotros mismos.
- Puede haber intranquilidad en nuestra vida por:
a) Estar lejos de Dios y ser acusados por nuestra conciencia o haberle conocido y estar desobedeciendo su palabra: En este caso hemos de volver al primer punto.
b) Por ser demasiado estrictos con nosotros mismos, pensar que estamos continuamente fallando y no ejerciendo misericordia sobre nuestra propia vida.
- La clave para obtener la paz de Dios es hacer que nuestro pensamiento persevere en Dios y no dar lugar a ideas que no provienen de Dios. Es decir pensar en un Dios de amor, misericordia y perdón y no en un Dios acusador y justiciero que anda jugando con nosotros al juego de ahora te doy ahora te quito.
- Poner nuestra confianza en Él, en su Palabra y en sus promesas de cuidado y protección permanente por encima de cualquier circunstancia.
- Juan 14: 27. Dios nos regala una inmensa paz a través de la presencia de su Espíritu Santo en nuestra vida.
- ¿Viviremos con la paz de Dios en nuestro corazón?
- 3. Conclusión.
- Si en estos momentos no sientes la paz de Dios tienes que saber que no debes vivir en la angustia y ansiedad sino disfrutando de esa paz.
- Corito antiguo dice: “El es mi paz, ha quebrado todas mis cadenas, Él es mi paz. Echo toda mi ansiedad sobre Él, pues Él cuida de mi, Él es mi paz, Él es mi paz.”
- Llamamiento y oración.
-