"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo."Romanos 5:1
Alcanzamos paz con Dios por medio de la fe. El entendimiento popular de la palabra fe es el de un sentimiento vago de ánimo y confianza en el futuro que nos sirve para no desmayar frente a las dificultades de la vida. Esa concepción, aunque muy alejada de la verdadera fe, tiene con ella algo en común.
La fe auténtica no es un sentimiento vago, sino una certeza firme. No es una simple motivación, sino una confianza inquebrantable. Esa certeza y esa confianza no solamente nos dan ánimo, también nos llenan de paz.
Tenemos paz porque Dios nos hace justos; "siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús" Romanos 3.24. Nuestra mayor ansiedad y perturbación se originan en la separación de Dios ocasionada por nuestro pecado. Todos nosotros sabemos, muy dentro nuestro, que nada de lo que hagamos puede reparar esa brecha. Solamente la justicia de Dios puede sanarnos y perfeccionarnos, calmar nuestras ansias y darnos la paz.
La salvación del pecado, la restauración de nuestra relación con Dios, la confianza en su cuidado y providencia, y la paz, son gracias de Dios que alcanzamos únicamente mediante la fe. "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" Hebreos 11.1. Nuestras obras no nos merecen la paz con Dios. Nuestra sabiduría y habilidad no pueden comprender la paz con Dios. Nuestra virtud y moral no nos pueden producir paz duradera. Solamente por la fe.
La fe salvadora, la fe que justifica y nos da paz para con Dios, es la fe en Jesucristo. Porque Jesucristo, el Hijo de Dios, es la revelación perfecta de la voluntad y el carácter de Dios Padre. Porque Jesucristo cumple perfectamente la justicia de Dios. Porque Jesucristo ha provisto completamente para nuestra salvación. Porque solamente en Jesucristo encontramos verdadera libertad. "Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor" 1 Corintios 1.30-31.
Es en Jesucristo, la revelación perfecta de Dios, que encontramos la verdadera paz, esa paz que el mundo no conoce. Tener fe en Jesús significa tener la certeza y la confianza de que, por medio de Él, Dios nos concede plenamente su amor y su misericordia. Y si Dios está con nosotros por medio de Jesucristo ¿qué podrá perturbar nuestra paz?
"Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela." Salmos 34.14
